Muchas personas desconocen la crueldad detrás de la industria de la lana de origen animal, aunque hay mucha investigación, contenido y videos que prueban esta crueldad.
Al ver esta realidad, las empresas innovadoras con un ojo puesto en la economía verde están ganando cuota de mercado, desarrollando productos con bajo impacto ambiental y con cero sufrimiento animal.
¡Este es el caso de esta lana 100% vegetal!
Para hacer este tipo de tela que imita la lana, se utilizaron plantas que ya son utilizadas por la industria textil como el algodón, el lino y el cáñamo. Sin embargo, con la adición de plantas del género Calotropis, fue posible obtener un hilo similar a la lana animal.
Estas plantas se desarrollan espontáneamente (como la malas hierbas) y se extendió en el banco de arena de las regiones áridas del sur de Asia y el norte de África. Por lo tanto, no necesitan cuidados especiales para crecer porque, de hecho, son muy resistentes y rústicos, con necesidades mínimas de cultivo como, por ejemplo, poca agua.
Todas estas características hacen que este género de plantas sea adecuado para la producción de hilos textiles, además del hecho de que las fibras de estas plantas son huecas internamente, una estructura muy similar a la de las fibras de lana de alpaca. Y fue exactamente por estas características que la compañía india Faborg decidió crear un nuevo hilo de lana vegana, llamado lana vegana. Se trata de una alternativa a la lana animal para hacer blusas frías, ropa deportiva y productos textiles para el hogar, como cortinas y tapicería con propiedades aislantes acústicas, ya que tiene la capacidad de amortiguar los sonidos.
Además de estar libre de crueldad, esta “lana” vegana también es súper ecológica y sostenible, ya que la producción de un kilogramo de hilo ahorra, por ejemplo, 9,000 litros de agua en comparación con el algodón.
Otra ventaja es que el cultivo de Calotropis mejora las condiciones del suelo, y la extracción de sus fibras permite obtener productos secundarios que pueden usarse para crear repelentes de insectos y fertilizantes naturales.
Ambos tipos de fibras son artesanales, es decir, a mano, y el hilo se colorea con tintes vegetales a través de procesos que no producen sustancias contaminantes, obteniendo telas con propiedades termorreguladoras y antimicrobianas, capaces de permitir que la piel respire y Al mismo tiempo, estar protegido de la acción de las bacterias.
Como puede ver, cada vez más tecnología nos muestra que Es posible avanzar económicamente pero respetando el medio ambiente. y sin causar sufrimiento animal. Dado que la industria de la moda es el segundo mayor contaminador del mundo, todos los tipos de innovación siempre son bienvenidos.
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